La tecnología de seguridad suele entenderse como protección contra impactos externos. Las barreras automáticas y los bolardos sumergibles son ejemplos de ello. Sin embargo, también se centra en la seguridad interna de personas y máquinas. Por ejemplo, nos ocupamos de la protección de los operarios de máquinas mediante sistemas de procesos significativos y el bloqueo automático de zonas peligrosas. Esto también protege su producción contra la manipulación y el manejo indebido. En este caso, actuamos de forma tan individualizada como lo exijan sus requisitos.